Tuesday, August 21, 2012

La anciana que mira por la ventana


Mujeres inteligentes, universitarias, trabajadoras, dulces y solteras. Así somos Lulú y yo.  Con amores que nunca se concretaron en un morral que luego de los 30 se vuelve una diana para la burla.  Hoy me cuestioné de qué carezco para ser La Sra. De. 
“Las he visto más gordas, feas y se han casado”
Es acaso mi problema y el Lulú, así como el de muchas otras mujeres, un problema de modelo?
Fuimos criadas como venezolanas estándar, sin abusos aparentemente trascendentes, con una educación dentro de los parámetros normales y venimos de grupos familiares sin mayores etiquetas. Soy tildada como una mujer aguerrida, dulce, capaz e inteligente y para citar textual:
“te mereces un hombre que te valore”
Y siempre que escucho o leo esto me pregunto dónde demonios está ese hombre.
Cuando tienes entre 10 y 20, tu modelo es el príncipe en el corcel o la estrella de rock que llega a tus pies con su guitarra o su rosa y te hace inmensamente felíz. De los 20 a los 30, tu modelo se acerca un poco más a la realidad y buscas un hombre atento que tenga cerebro.  De los 30 en adelante te fijas en otras cosas y te das cuenta un día que tu príncipe puede tener panza y calva, porque tú tienes estrías y celulitis. El príncipe esperado se convierte en un príncipe on demand.  Pero me sigo preguntando si la que no está en el molde soy yo.
Porque quizás lo que tanto me decía mamá es cierto y ella rompió el molde cuando yo nací.  Soy una Susanita que no le importa cargar cajas y tiene su caja de herramientas, le encanta pasear por EPA y ver planos. Una Susanita que lee etiquetas nutricionales, pero no pide una Diet Coke con torta de chocolate.  Quizás es eso? Mi figura? Día a día veo mujeres con otro tipo de belleza no estándar que son “elegidas” por caballeros en toda la extensión de la palabra, para pasar “el resto de sus vidas”
“Ellas no fueron elegidas por amor, sino por resignación” Quizás, pero elegidas al fin. 
“Debes comprender que no eres elegida, tu eres la que debes elegir” Y qué sucede cuando he elegido y soy rechazada?  Cuando me dicen eso siento que soy una leona sin suerte en la sabana, me cuestiono si debo “cazar” un ejemplar masculino.
“La felicidad esta dentro de ti” Y de mi costado saldrán brazos y par de piernas para acurrucarme conmigo misma en las noches?  Esa felicidad interna consiste también en no tener un hombro cálido al llegar o en burlarse de si misma por la carencia del falo?
“Soltera no es lo mismo que estar sola” No es lo mismo, eso es cierto. Hay casadas que se sienten más solas que yo, pero ellas deciden mantenerse de esa forma, yo he intentado no sentirme así y la vida insiste en levantar las murallas…muchas veces se levantan esas puertas sin pomo, esos hombres que te gustaría explorar pero ya alguna quitó las manijas, solo puedes sonreir por saber que existe y seguir adelante en ese camino de piedra por el que te llevan las zapatillas de la inconformidad.
“Estás mejor sola” Por supuesto, esto siempre viene de una divorciada traumatizada o la que esta peleada con el novio o la que se los quita a sombrerazos. Ya tengo en mi archivo miradas de mujeres que han envejecido solas, ya ni hablan del asunto, solo miran y lo dicen todo en esa mirada que se pierde y luego vuelve con resignación.
Hace un tiempo, hablé con una monja al respecto y me dijo que mi lección más grande era la paciencia. Desde ese día me pregunto si debo tener la paciencia de una princesa en una torre o la paciencia de una anciana que mira por la ventana con la certeza de que sólo puede esperar que el dolor pase.

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