Una casa siempre guarda registros de sus habitantes, se impregna de sus emociones, su personalidad, sus manías. No alcanzo a imaginar la fuerza que percibió Jacqueline Goldberg en su visita a Villa Savoye para escribir Las horas claras.
Las horas claras es un libro muy bien trabajado. Es una amalgama brillante entre poesía y prosa, enriquecida con referencias históricas. Un texto contundente adornado con imágenes bien logradas. La historia gira en torno a la mujer que concibió su casa de campo, luchó por ella, esperó durante la guerra y fue despojada de su sueño. Una personalidad tenaz, con un recuerdo de la infancia que la atormenta. En la lectura, acompañamos a Madame Savoye en su ilusión, su impaciencia, tristeza y delirio. Las imágenes poéticas logran su cometido y emocionan al lector sensible.
No hay una heroína en la historia, son una mujer con su sueño, un arquitecto fanfarrón y un país en guerra. Preciosa como una flor de loto en una ciénaga, Las horas claras es una experiencia indispensable para el amante de la estética.
Sunday, January 26, 2014
Tuesday, January 21, 2014
El contador de arena o la ingeniería de las emociones
Hay imágenes que dejan sin palabras, y no sólo me refiero a la
fotografía. Un buen narrador te traslada a un momento, debe tener la fuerza de
arrastrar tu mente fuera de lugar y tiempo para que la magia del libro haga lo
propio. Así me encontré, con una lágrima
en la mejilla observando a un abuelo escarbar la arena en busca de un pasado
hecho polvo. Esto fue logrado por Ignacio Yepes
Beltrán en su primer libro El contador de arena, editado por FB Libros.
El cuento que le da nombre al libro es un eje para el resto
de las historias. Mi percepción es que en todas hay algo que se dispersó, puede
ser la paciencia, la moral, el amor…Mis relatos favoritos por la riqueza emocional de sus personajes son El infiernillo de
Cósimo, Mientras llega el avión, El cuadro y el viejo y, por supuesto, El
contador de arena. Hay personajes que se pasean por los extremos del carácter,
muy buen material para estudio psicológico. No puedo dejar de mencionar un
título que a primeras parece un error, aún no he descubierto si el juego de palabras es
intencional, su hallazgo lo dejo al lector. A pesar de parecer un descuido que grita en la hoja, estoy segura que
hay una buena razón para que el editor no lo haya corregido.
El contador de arena ofrece una buena lectura, que por
entretenida no deja de invitar a la reflexión. Este ingeniero venezolano logró
un buen engranaje de piezas heterogéneas. Recomendado.
Saturday, January 18, 2014
El último encuentro o mi acercamiento al diamante
A pesar de vivir en un país de fanáticos del béisbol y a
seis cuadras del Estadio Universitario, sufriendo así las trancas por la
temporada cada año, nunca me vi envuelta en esta pasión. He observado divertida
diversas conductas de los admiradores de distintos equipos, me río de la
rivalidad Caracas-Magallanes y la considero parte de la idiosincrasia
venezolana, pero desconocía toda la estrategia detrás de la pequeña pelota de
cuero.
Al comenzar a leer El último encuentro de Humberto Acosta
supe que necesitaba las bases para entender los términos técnicos. Considero
que es un libro de culto. He visto altares de fanáticos y estoy segura que este
libro se puede ganar un buen lugar al lado de una pelota firmada. Está escrito
como tal, para los amantes de este deporte. No tardé en conseguir quién me
diera una explicación for dummies y
para hacer más divertido mi acercamiento, las nociones básicas me las enseñó un
poeta.
Armada con mis anotaciones, me embarco en un viaje muy
interesante a la década de los 60`s donde nuestro autor arma de manera casi
cinematográfica la rivalidad entre los jugadores estrella que nos ocupan. Una redacción impecable, diseño innovador y
muy cuidado que se agradece. Desde el tipo de papel hasta el juego con las tipografías, Acosta nos lleva justo detrás del home a ser testigos de una de las rivalidades más famosas y polémicas de la historia del béisbol. Me encantó el tono del autor, que se mueve entre el narrador profesional y un
admirador muy especial que guarda sus recuerdos más preciados. Humberto Acosta
se muestra imparcial ante los dos astros. Las anécdotas del admirador dejan ver
su lado humano y el narrador argumenta sus hazañas. Un detalle para los
admiradores de Koufax es la imagen de
una carta que recibiera el autor en agradecimiento por sus múltiples artículos
donde el célebre lanzador es el protagonista.
No tengo duda que los fanáticos venezolanos agradecen este
esfuerzo editorial y sabrán retribuirlo. Hay un vacío editorial en libros de
culto venezolanos, y ya era hora que alguien la sacara del campo.
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