Wednesday, May 30, 2012

Lupita debe morir



Evita dramatizar tu propia vida, aprende a reírte de ti mismo y serás más feliz.
Darío Salas Sommer
Cuando nací el doctor le dijo a mamá que estaba muerta a la primera.  Me dio varias nalgadas sin obtener respuesta.  Dudó un momento y según me conto mamá, suspiro cuando emití un tímido gemido, apenas perceptible. Esto después de aplicar fórceps…hoy en día, creo que más bien yo lo que estaba era profundamente enojada por la manipulación a la que fui sometida.
Desde que recuerdo, llorar ha sido uno de mis métodos de expresión.  He llorado por dolor, tristeza, rabia, hambre, frio, soledad, alegría…muñecos, abandono, caprichos…ahora más adulta por hombres, bebes, empleos, injusticias, humillaciones…en fin, lloro por vivir y estoy viva por llorar.
Aún cuando nuestra naturaleza es emocional, no sé por qué la sociedad se encarga de enseñarnos a reprender emociones.  Observo a mi alrededor padres diciéndoles a los infantes: “No llores” “No ganas nada llorando” “No grites” “No saltes” Mi propio padre me dice hoy en día “No te rías” porque mi risa es algo fuerte…
Ciertamente, no podemos andar caídos o mostrando demasiada alegría por la calle, lo segundo porque nos distraemos y no es bueno andar por allí con la cabeza en otra parte.  Lo primero, porque, lastimosamente, hay un lado del ser humano a la que le alegra ver a otro sufriendo.  Pero tampoco es saludable caminar por el mundo con cara de póker.  Unos eligen no creer en nadie, se dicen autosuficientes y terminan enfermos por renegar de su energía vital.  Otros, terminan con un caparazón tan grande e impenetrable con la que golpean todo a su paso.
Me veo llorando de peque, sentada, papa me observa y se ríe.  Me dice: Lupita.  Esto, por la actriz dramática Lupita Ferrer.  Muchas veces escuche Lupita.  Recientemente, he reconocido mi Lupita interna y le sonrío.  Lupita es muy responsable de lo que escribo, de esos suspiros al ver la luna, de mis crisis existenciales, de mi risa y mis brincos.
El problema no está en dejar fluir mis emociones.  El problema es dejar que Lupita determine mi voluntad.  Cuando veo a Lupita inflarse y crecer hasta derrumbarme, es allí cuando me preocupo y sé que solo yo puedo con ella.  Lupita debe morir en ese instante.  Y es allí, ante su cadáver que me reconozco, la Vanessa que ha pasado por varios niveles de este mundo. Alli me limpio la cola y sigo el camino.  Lupita…a ella la arrastro porque no puedo dejarla a un lado del camino, cuando se recupere caminara conmigo de nuevo.  

Monday, May 28, 2012

La venganza de mis paradigmas


Cuando tienes un padre que ha pateado calle desde su infancia y no tuvo suerte con sus socios y/o amigos, pues…creces con una especie de vocecilla que te dice: No confíes, No te vayas por aquí, No puedes…No…No…esto y aquello.
Hoy lo entiendo, a mi también me sucede que me encuentro aconsejando a personas menores que yo y, de repente, digo las mismas palabras: “No puedes confiar en nadie” Pero sucede que si…me detengo un momento y si puedes confiar, por supuesto que la vida y la gente te da ciertas señales extremadamente obvias de personas malintencionadas que no puedes pasar por alto. Sin embargo, no puedes dejar de confiar, porque toda la vida se trata de interacciones humanas que demandan un poquito de fe.  Si esta fe no existiera, no existirían los mochileros, los negocios, la misma bolsa de valores.
La vida se ha encargado de las venganzas de mis paradigmas.  Uno a uno van cayendo a mi lado, a veces hasta dibujan una mueca divertida y yo escucho en mi mente esa otra vocecilla que grita: “Pendeja”. 
Recuerdo una escena de mi infancia con mucha gracia… tendría unos 5 años, un joven de color quiso ser simpático conmigo, se agacho y me dijo con voz picara: “¨Que nena tan linda, Que cachetitos! Quieres ser mi novia?” Yo, con toda la seriedad del caso, la seriedad de una virgo nena -sifrinita -consentida dije con mi voz chillona:
A mi no me gustan los negros.
Mi madre soltó una risa nerviosa y se encargo de hablarme durante días acerca de las diferencias en el mundo, el racismo…Este paradigma se fue a la mierda cuando me perdí en los ojos de un morenazo de 1.90m a los 23.  Nelson, abogado, con unas facciones definidas, corpulento, elegante, cabello liso azabache…el único hombre hasta el día de hoy que me ha dicho parafraseada esa línea de la película Bridget Jones que tanto adoro:
“Te ves muy bien, asi con tus jeans, me gusta. Me gustas”
Lastimosamente, en esa etapa de mi vida, recién graduada y sin un duro, no podía rechazar la oferta de empleo de una buena compañía, agarre mi bolsito y me fui al Zulia…a pesar de las llamadas y los chats, a los 2 meses me encontré con un correo en mi bandeja de entrada que decía algo asi como Despedida.  La venganza de mi paradigma…
ASi como ese, otros han caído….en mi vida con altibajos agradezco irme librando uno a uno de ellos.  Usar zapatos de plástico, sentarme en la acera de un pueblo de la costa cerveza en mano, usar accesorios dark con puas de acero, ver pornografía, sentarme en la barra, comerme 2 arepas a la media noche…Elegir no Ser por lo que piensen otros es el mayor muro que debes saltar en tu vida.
De donde salió este post?
Recuerdo que hace unos años dije:
A mi no me gustan los calvos!

La extracción


Mi lucha por la existencia consiste en que a la hora del desayuno sea mucho más importante el aroma del café que las catástrofes que leo en el periódico abierto junto a las tostadas.Manuel Vicent


Mi mente se colocaba en blanco cuando me preguntaban cuál era mi hobby. 
Desde pequeña estuve en ballet, planes vacacionales y clases de ingles. El ballet lo deje a los pocos meses,  porque la profesora no tenía mucha pedagogía que digamos…sus constantes adjetivos peyorativos, que hacían reír a la clase (yo era la gordita del grupo) terminaron por provocarme una fiebre emocional, que solo se retiro cuando me dijeron que no volvería al ballet.  Y me parece que por este incidente es que no bailo, aun cuando amo la música…
Además, nunca he sido muy sociable, me cuesta abrirme a las personas.  Es últimamente cuando he podido dejar a un lado el miedo y confiar un poco en “los extraños”. Así, los planes vacacionales para mi representaban una situación de estrés.  Hasta el día de hoy, papá no sabe cómo me disgustaba estar en un autobús repleto cantando: “Abo sabosa Abo sabona nube Oh melembe luamba ule” o al menos, eso era lo que yo entendía, porque nunca te dan la letra de la puta cancioncita típica para los meses de agosto-septiembre.
Tampoco funciono la natación.  No dejo de pensar que lo que no me agrado fue esa mirada pervertida del entrenador hacia nosotras, un grupo de púberes flotando en una piscina. No quise volver. 
El ingles siempre me ha gustado, los idiomas siempre me han  llamado la atención, pero no es algo que puedas llamar hobby. 
Hace un tiempo, decidí que el mundo no podía adaptarse a mi, por lo que yo debía adaptarme a él.  Así pues, me obligue en unas ocasiones a dejar a un lado mi micro antropofobia y asistir a rumbas, lo que se supone hace una chica en sus 20´s.  Un fracaso total. No bailo, no sirvo para gritar en un ambiente oscuro, con música a todo volumen con mi caja toráxica a punto de estallar por los bajos…No, esa no soy yo.
Cuando tuve mi fiebre de internet, a la inevitable pregunta: Cuál es tu hobby? escribía cosas por no dejar: escuchar música, vitrinear…Hasta que asistí a una cata de café.
Escuchar a un barista hablando con pasión…ver, oler, palpar y degustar los granos tiene un efecto.  Más aún cuando empiezas a descubrir que existe todo un mundo alrededor de este cultivo tan golpeado en mi país, Venezuela.  Comencé a ver que hay gente que desea rescatar nuestra identidad, y lo hace por convicción. Por pasión.
Y como en el país de los ciegos, el tuerto es Rey, también te das cuenta de que no todo el mundo viene con buenas intenciones.  Como todo, hay gente que piensa que su viveza no va a caer algún día.  Con tropiezos y con la curiosidad alborotada llegue a la Escuela Venezolana del Café. 
Esto no es un post de publicidad.  Llegar a la EVC ha supuesto una serie de aprendizajes más alla del café.  También han sucedido (y siguen sucediendo) muchas cosas a nivel interno.  Llegar a descubrir una afición supone mucho de adentrarte en ti mismo y sentir esa libertad de decisión: No es un trabajo, no es una obligación, sencillamente, te levantas temprano, caminas buscando cosas, pruebas y asistes a lugares porque TE GUSTA, con mayúscula.  He conocido personas muy lindas, otras no tanto.  Como en un arbusto, hay cerezas buenas, malas y carcomidas por el gusano.  En la vida también se debe hacer picking y quedarse con las cerezas de mejor calidad. La taza, como tu vida, merece lo mejor.
Tropezarme con sonrisas al probar la taza que preparo detrás de la barra, es delicioso.  Ver que devuelven otra taza, es un reto.  No se hasta donde llegue con el delantal, pero todo llega a tu vida por algo. Todas las personas que conocen y las situaciones que traen son un aprendizaje.
En esta taza llevo risas por lo que ha sido, unas cuantas lagrimas por lo que no es, una amiga, seguidores… y otras cosas que le han dado gusto a mis días. Hay un balance entre la acidez y la astringencia en cada experiencia asociada. Descubro que  la efervescencia inicial se va atenuando.  
Tengo confianza en que el resultado será una mejor Vanessa extraída por la presión de las experiencias.


PD: Por aqui es la cosa... http://www.escuelavenezolanadelcafe.com.ve/ 

Friday, May 25, 2012

La pelea de mi vida



La rubia siempre se sentaba al frente. Yo siempre me sentaba en la ultima mesa. No recuerdo desde cuándo empezó nuestra competencia. 
No tenia idea que ese día iba a rodar por los suelos, agarrada cual garrapata a esa sifrinita hedionda. Rodamos, nos arrancamos mechones de cabello y yo solo tenia rabia porque ella no veía lo bonito que yo si había visto, me quería hacer sentir inferior y bueno…cuando tienes 6 años no piensas muy bien las cosas…
El domingo anterior había estado con mi abuelo en su cuarto.  Para mi, a esa edad, su ceibo era como un cofre lleno de curiosidades geniales.  Supongo que todo lo prohibido lo es en la infancia.  Mi abuelo materno había estado limpiando sus cosas y yo detrás, tocando y preguntando, para variar.  Ese día cayó al suelo un rollete de etiquetas para carpetas.  Eran unas etiquetas rectangulares, básicas, con adhesivo en la parte posterior.  A mi abuelo se le ocurrió que podían servir para etiquetar mis cuadernos.  Asi pues, a mamá le agradó la idea de no gastar en etiquetas de los osos cariñosos sino usar esas.  En la noche etiquetamos los cuadernos y yo con expresión de fraude le dije a mama:
-Pero no tienen muñequitos!
Con una voz vivaracha mi madre dijo algo asi como:
-Eso es muy bueno, date cuenta que tu puedes dibujar lo que desees en cada una y se verán mas bonitas porque serán tus dibujos!
Yo agarre mis colores y marcadores Maika y comencé de inmediato a colorear cada etiqueta de cada cuaderno, mostrando cada creación con orgullo a mama.
El dia de la pelea había prueba de lectura…Mi mama me mima Mi mama me quiere Yo amo a mi mama etc etc etc. 
-Muy bien, Vanessa. Te felicito.
-Maestra, mire el dibujo de mi cuaderno.
-Que lindo, muy bonito.
Y escucho una risa al fondo…
-Su familia es tan pobre que no pueden comprar etiquetas bonitas para sus cuadernos lero lero (lengua afuera)
Supongo que esa fue una de las primeras veces que levante mi ceja.  Me habían ofendido.  Y me dolio.  Regrese a mi mesa con mis amigas, las sencillas del salón, y comenzamos a discutir al respecto con toda la seriedad que unas peques de 6 años le ponen a sus preocupaciones.  Asi pues, luego del consenso.  Me acerco a su mesa para exigirle que me deje en paz.
Y bueno, como salió con otra de sus boberías…tuve que acomodarle el peinado.
Los niños pueden ser muy crueles…y mis dibujos no estaban tan feos.

Tuesday, May 22, 2012

Donde estas?

Recuerdo que el dia que te conoci tomaste el almuerzo de una casita sencilla que esta bajando la cuadra.  Me decías asombrado el costo de un sandwich, y comparabas la relacion precio/valor.  Fue una grata sorpresa para mi ver que ese hombre preparado, con tremenda dicción, fuera tan sencillo.

Cuando trabajaba en la petrolera, me acostumbre a los diversos tratos por las posiciones, los ingenieros, magisters, phD y demas...Gerente para Latinoamerica y Gerente Worldwide.  Recuerdo cuando un argelino resentido me dijo que yo no servia, me dijo que era la manzana podrida del saco, esto por una falla en un curso al que yo misma habia pedido no asistir, porque no me sentia en condiciones, en fin...tambien recuerdo al Indio que me dijo, a puerta cerrada en su oficina, que Vanessa no tenia que ver con ese numero que yo era en la trasnacional. Tuve en mi ego a un buen maestro, fui llamada ingeniera cuando solo soy TSU.  Me aloje en hoteles de lujo y vi mi nombre escrito en carteles en aeropuertos.  Mi ego me enseno que no es un buen consejero, pero si un buen maestro.  Cuando caminas inflado, sintiendote grandote, golpeas sin tener conocimiento.  A veces tumbas cosas que no podras recuperar, a veces golpeas lo que mas quieres.  A veces, simplemente, no cabes en ninguna parte, y alli...cuando estes asfixiado en tu propio Tu, alli la vida te pondra en el camino un elemento punzante, puede ser la humillacion, la soledad, el vacio...puede ser sencillamente, una palabra de un ser muy querido.  Cual globo, en contacto con este elemento decisivo, vas soltando el aire y pisando tierra...si no tienes tanta suerte, lo que te despierta es el golpe, punto.

Recuerdo llegar a Caracas con mi maleta enorme, bajar la cabeza y comenzar a llorar frente al edificio. Cuando pude pestanear, alli estaba mi madre, me extendio los brazos y me dijo que todo iba a estar bien, yo estaba bien, sin empleo, sin muchas cosas, pero Yo estaba alli, en sus brazos y eso era lo que importaba.

Hoy quisiera abrazarte y preguntarte Donde estas? Donde estas, mac? pisa tierra.  Hay gente que creyo en ti cuando nadie mas lo hizo, gente que te quiere muchisimo,gente que no soy yo ni las fans que te saltan en Twitter o en FB.

Ojala, el golpe no sea duro.  Convertirse en lo que tanto uno critica es un desliz, siempre podras levantarte.  Pero cuando hieres a los que mas te ayudan, eso siempre deja cicatrices.

Hay una cancion que dice: "Por andar ocupado en el cielo, me olvide que en el suelo se vive mejor"

...de vez en cuando pongo mis pies en la grama del parque, en la arena...veo el cielo.  Ante la magnificencia del universo no tienes mas opcion que ver lo que en verdad eres.  Es necesario.

Monday, May 14, 2012

La Caracas que conozco


Hace unos días vi un video de un grupo de “universitarios” que quisieron expresar su descontento por las migraciones actuales.  Siempre digo que no se trata de lo que digas, sino como lo dices.  En el video veo a la generación de relevo gritándole a la ciudad que es una mierda, diciendo que la convertiría en origami para voltearla y sacar a todos sus habitantes. Si alguno de los chicos que participaron en ese video lee esto: Chicos, que decepción.
Estoy decepcionada porque esos son los comunicadores del futuro, generalizando. Tienes una buen equipo de grabación, un buen tema y haces algo que no aporta en absoluto.  Me pregunto qué nota tuvo el “documental”... 
Crecí en Las Mercedes, cuando aun no era una zona de actividad gastronómica.  Recuerdo mi hora de juegos en un parquecito que estaba en lo que ahora es la Plaza Sadel.  Los domingos me llevaban a Caricuao, a la casa de mis abuelos.  Recuerdo los autobuses, la ruta larguísima para llegar de un polo a otro, desde pequeña recuerdo el tráfico, las cornetas y las mentadas de madre de los conductores. Luego nos mudamos a La Candelaria, recuerdo el mercado Guaicaipuro y el de Quinta Crespo, el Museo de los Niños, Bellas Artes y el Museo de Ciencias.  La visita a los siete templos cada Semana Santa, el jugo de caña en la esquina de la Iglesia Las Mercedes y las caminatas por las tardes hasta el centro, solo para estirar las piernas, como decía mama.
También recuerdo los paseos a Sabana Grande, el teatro Chacaíto y el teatro Tilingo, el Teresa Carreno y el Aula Magna.  Los domingos de subida al cerro y luego los paseos al teleférico.  Las travesías hasta Santa Paula por mi oftalmóloga y ahora la travesía hasta el Hatillo por mis bombones preferidos: Blue moon.  Hanssi y la chicha de la esquina de la Plaza Bolivar.
También tienen un espacio en mi memoria la Quinta Anauco y el Parque del Este, del Oeste y Los Chorros.  La transformación de terrenos en Centros Comerciales que ahora nos alojan. Los edificios que me vieron crecer llenos de filtraciones y graffitis. Y todo el tiempo de fondo, mi gran montaña, donde me dieron mi primer beso y donde descansan los restos de mi madre.
Recuerdo ser una caraqueña del Oeste, del Este y ahora del Sur, porque vivo en Las Acacias.  En mi cabeza no existen zonas prohibidas de mi ciudad, he andado por los barrios de Propatria y por los barrios de las Adjuntas en jeep, he andado por el Country y por la Lagunita en taxi. Lo que no recuerdo eran tantos barrios hasta el tope de la montanita y tanta miseria, las invasiones y andar con miedo. No recuerdo un metro donde estuvieras tirándote al piso por balas, tampoco recuerdo gente comiendo en los vagones, y mucho menos empujándonos como bestias por un asiento destartalado.
Y ustedes dicen que esta ciudad es una mierda.  No, Caracas no es una mierda.  Caracas es una ciudad noble que solo sufre las consecuencias de nuestra mierda interior, la mierda de sus habitantes.  Unos habitantes que nos desentendimos del gobierno en una época, que arrojábamos a los rellenos sanitarios cocinas y lavadoras aun en buen estado solo porque llegaron las utilidades.  Unos habitantes que quisieron darle una lección a los adecos y se hundieron ellos mismos por creer en un mesias. Venezolanos todos que metimos la pata, aunque era necesario aprender.  Unos caraqueños que vieron una ventana rota y no hicieron nada, y por eso Caracas (y Venezuela entera) se fue opacando, cambiando su verde por graffitis, su trinar de pajaros por cornetas y alarmas.  Pero Caracas sigue allí, solo hay que verla por un huequito, caminarla y conocerla para saber que puedes soplar el polvo y disfrutarla.  Con sus defectos, con sus trabajos pendientes, tenemos una ciudad verde, con mucho por construir y mucho por querer. Porque aun hay caraqueños que reciclan, que se arriesgan y emprenden.  Aun hay lugares de moda y formas de evadir el tráfico de vez en cuando.  Aun hay ánimos de hacer ciudad y de quedarse.  La parte mas difícil es quitarnos el lastre de la mente, ese lastre que ustedes los chicos del Este del Este tienen, que dicen que todo esta jodido y por eso se van para salvarse.  Sálvense, váyanse lejos, y cuando no puedan pasar las luces rojas a diestra y siniestra, evadir impuestos, caerse en la calle sin que nadie les ayude, extrañen la fruta que cae del árbol y el sol que daba en su ventana, allí quizás van a decir, que con mierda y todo, terruño es terruño.  Quizás allí se den cuenta que cuando solo ves mierda a tu alrededor es que reaccionas y solo te queda subir, barrer y empezar a construir. 
Chicos, el jardín del vecino siempre parecerá más verde.  El meollo del asunto es que desees ponerte los guantes y trabajar un poco tu tierra.

Saturday, May 5, 2012

Al hijo de la luna...


Cuántos poemas debes dedicar para sepultar un sentimiento?

Aún no lo determino.


No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llegoy de esperarte cuando no te esperopasa mi corazón del frío al fuego.Te quiero sólo porque a ti te quiero, te odio sin fin, y odiándote te ruego, y la medida de mi amor viajero es no verte y amarte como un ciego.Tal vez consumirá la luz de enero, su rayo cruel, mi corazón entero, robándome la llave del sosiego.En esta historia sólo yo me muero y moriré de amor porque te quiero, porque te quiero, amor, a sangre y fuego.

Pablo Neruda.