Tu...hoy no existes

Hoy es uno de esos días en los que me cuestiono tu existencia. Dicen que todos tenemos un alma gemela y varias almas complementarias, esto porque no siempre se puede encontrar al alma gemela en una vida o dos…y dicen que lo cierto es que, nunca dejas este mundo sin haber pasado al menos unos anos con un alma complementaria. Tengo miedo de ser la excepción.


Recuerdo la primera vez que te pedí al universo. Tenía unos 16 anos. Ese día me habían jugado una broma muy pesada en el colegio con un chico de la urbanización. Era un jovencito muy apuesto, alto y rubio. Yo, una chica pasada de kilos, con el rostro destrozado por el acne, sin señales de busto y un cabello lacio y sin forma, amarrado en un cola baja. La historia es larga y desagradable para escribirla. Y más desagradable aun fue vivirla. Esa tarde llegue en silencio a casa y luego de llorar un poco…bastante, se formo en mi cabeza una idea siniestra: TU.

TÚ...en aquella época, eras un universitario, porque siempre me ha parecido que debo estar con un chico mayor. Tu, el inteligente, sincero y de buenos sentimientos. Tu, mi futuro novio. Tenías que existir ya, y serias de la forma que yo quería. Y te encontraría en la universidad. No habría más burlas, tú me ibas a querer tal como yo era, y eso me lleno el corazón de esperanza. Al otro día entre al salón viendo a esas chicas con lastima, porque ellas no tendrían oportunidad contigo, por cabezas huecas.

Cuando uno es tan joven piensa tantas estupideces….pasaron los anos en la universidad y ya en mi tesis me tope con un inmaduro al que quise ponerle tu cara, y luego de ir y venir, y varios anos después, y varias citas sin exito, volví a tener esperanza.

Esta vez te encontraría, en el trabajo. Porque una joven profesional, educada con principios es un buen partido. Me dije. Y pasaron los anos en la petrolera, y todas mis trainees se casaron y mis compañeras de trabajo tuvieron hijos. Yo no. Y estuve unos meses con otro que yo sabia muy bien que no eras tú, pero quise fajar mi mente con un concepto de “destino”. Se repitió la historia y me dije: vas llegando a los 30. Una mujer de principios, joven, con un titulo y experiencia en una petrolera, es un buen partido. Y llegaron unos conatos de Tu.

Y fui a terapia, y luego de llorar, analizar, entender y volver a llorar, arregle unos cuantos embrollos en mi cabeza y decidí que algún día te acercarías, yo no te buscaría, ya te había buscando suficiente. Llegarías a mi vida y caminaríamos juntos. Y decidí que tú podrías ser como quisieras. Entendí el concepto de aceptación. Luego de tantos anos, ya no ibas a ser quien yo quería, podías ser cualquiera. Cualquiera que me aceptara como soy y quisiera caminar conmigo. Y me quede tranquila.

Y apareció una persona que se parece mucho a lo que pedí hace 15 anos. Y me pareció que quizás, podrías ser Tu. Las noches frias te juegan mal. Y pense que quizas yo le podria gustar, y le envie chocolates. Y quise abrazarlo, y no me detuve cuando me di cuenta que no queria abrazarme. Y hoy me hizo llorar. No es tu. Le fastidio, me lo dijo con otra palabra pero muy fea para estar en una carta dirigida a ti.

Hoy la luna esta llena. Desde hace tiempo le pido todos los meses a la luna llena que te acerque a mi. Todo el mundo me dice que primero debo aprender a estar sola. Mi pregunta es cuanto tiempo mas de entrenamiento debo aprobar. Hace 2 anos la idea de ir sola al cine se me hacia terrible. Hoy lo disfruto. Voy de compras sola, voy al cine sola, entro en restaurantes sola, voy al parque sola. Y puedo decir que lo estoy empezando a disfrutar. Pero por mas que lo disfrute, no seria sano disfrutarlo por 50 anos, o mas.

Hoy no le pediré nada a la luna. Quizás ella también me esta jugando por fastidiosa. Por Ladilla. Ya lo dije. Me dijeron que soy una ladilla, intensa, obsesiva.

No dejo de pensar que use mi tarjeta de crédito para enviarle chocolates a este hombre. Hasta esperándote paso por pendeja. Me estas costando dinero y lagrimas, mas lo segundo.

Hoy me digo a mi misma que no puedes ser cualquiera. Tienes que ser Tu. A ti no te pareceré fastidiosa, te gustara mi intensidad, manejaras mi carácter obsesivo y me tendrás paciencia. Si me tienes que decir algo poco agradable, me lo dirás de buena manera, porque te importara no herir mis sentimientos. Aprenderás a estar conmigo y yo a estar contigo. Al menos, así eres en mi mente, sin rostro, pero con un corazón inmenso y un espíritu de carácter, valiente y noble.

Si existieras, me abrazarías en este momento, me secarías las lagrimas y me dirías que todo va a estar bien…