Wednesday, June 17, 2015

Del Librero y la Biblioterapia

Todo libro es de autoayuda, todo depende de cómo se lea.
Juan de Gouveia. Librero


No conocía el término “biblioterapia” hasta hace unos días, me tropecé con él en uno de los tantos artículos que ya inundan la red. Se define el término biblioterapia como la selección de material bibliográfico para lograr un efecto en una persona o grupo. Y yo me pregunto por qué no se reconoce la labor del librero en este aspecto. Durante décadas, los libreros se han ocupado de recibir, escuchar y canalizar los deseos de sus clientes. Por experiencia, me ha tocado recomendar libros para la depresión, canalizar impulsos adolescentes y hasta manejar rabietas en pequeños malcriados.

                Siempre me gusta hacer énfasis en que no toda persona que vende libros es librero, así como el librero no sólo vende libros. Vender un libro es una transacción básica, automática. Se dice de las librerías boutique-porque en este mundo hay espacio para todos-que es un acto de compra-venta sin el mayor trato Librería-Cliente. En las librerías que respetan la figura del librero, se da un acercamiento inicial, una pequeña entrevista con la persona que proporcione pistas para lograr el efecto deseado: la satisfacción del lector, y su apetito por más. Pero un librero no sólo vende, también aconseja ante un cuadro psicológico, fomenta la lectura en pequeños y atiende grupos de lectura. Así, la figura del librero ejerce la Biblioterapia en toda su extensión: Asistencial, Bibliotecaria y Socio-Cultural. Un amigo bromeaba sobre la fortuna que tuviera si le hubieran pagado por cada libro que ha recomendado, esto al leer que una sesión de Biblioterapia rondaba los 17 euros por la recomendación de 4 títulos. Yo también tuviera una cantidad digna de un fideicomiso, pero no está mal conformarse con el regreso del cliente.
Sin embargo, a pesar de esta noble función que cumple el librero, se observa un estigma en torno a esta profesión. Es reducido el número de personas que aprecia la figura del librero, y la busca. También hay quien se expresa de manera peyorativa de este oficio, los libreros son vistos como hippies o gente intensa. Actualmente, con el desarrollo de la tecnología y el auge de los libros digitales, son muchos que desconocen la figura, mucho menos están interesados en pisar una librería.
No exagera el que afirma que un libro puede cambiarte la vida. No hablo de autoayuda. Y, en todo caso, todo libro nos puede ayudar con algún rasgo en nuestra personalidad, ya sea a través de la introspección por identificación del personaje o el análisis de la historia. Como dice el epígrafe, todo depende de cómo se lea.

Te invito a acercarte a una librería independiente. Hoy en día, la oferta no sólo se reduce a libros, sino a música, regalos de papel y hasta café, todo para hacer del momento, una experiencia sensorial. Si no eres un lector iniciado, estoy segura que serás atendido por un buen librero que te abrirá la puerta a muchas oportunidades de crecer. Porque cuando se termina un libro, ya no eres el mismo.

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